El erotismo puede ser completamente sutil, como una mirada profunda y sostenida en un momento inesperado, hasta algo profundamente íntimo y sexual.
Por consiguiente, es posible decir que el erotismo es más un comportamiento cultural que sexual. No es posible rebajar al erotismo todo lo relacionado con la sexualidad y con el acto sexual físico o, del mismo modo, descontextualizarlo de la fase de relación interpersonal en que se dé, sea esta social (fase del galanteo y formación de la pareja) o íntima. Además, es difícil precisar un rasgo que distinga claramente el adjetivo erótico de los que lo flanquean en una escala valorativa continua, que todo ser humano emplea cotidianamente y que comprendería, de menor a mayor carga polémica, términos coloquiales o técnicos diversos: travieso-picante-erótico-... En esta celestial galería he querido mostrar muchos menos desnudos integrales a favor de los semi-integrales, que quizás en algunos de ellos, sean más eróticos que los integrales. ¡Disfruten de una de las mejores selecciones de erotismo que he publicado hasta ahora!
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